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Las áreas rurales son el hogar de 96 millones de personas y ocupan un 45% del territorio de la Unión Europea. En estos lugares, que juegan un papel clave en la gestión de los recursos naturales y la mitigación de los efectos del cambio climático, se producen buena parte de los alimentos y otros productos. Sin embargo, muchos de sus habitantes se sienten ignorados. El flujo de mano de obra hacia los centros urbanos, unido a tendencias demográficas negativas, se traducen en un círculo vicioso por el que estas personas ven reducirse su acceso a los servicios.

Por ello, la Unión Europea desea generar un debate sobre el futuro de las áreas rurales y el papel que juegan en la sociedad. Y en ese sentido, la Comisión Europea ha lanzado una consulta pública para determinar la visión de las áreas rurales europeas para 2040, teniendo en cuenta distintas perspectivas sobre el cambio demográfico, la conectividad, los bajos niveles de ingresos y el acceso limitado a los servicios.

También se abordarán soluciones innovadoras, inclusivas y sostenibles para la transformación climática y digital, así como la crisis de la COVID-19.

Las áreas rurales ofrecen numerosas oportunidades, desde la redistribución de la población evitando la sobrepoblación en las ciudades, pasando por la producción de alimentos o la mitigación del cambio climático. Además, la crisis por la COVID19 puede introducir cambios significativos en la sociedad de los que se podrían aprovechar las áreas rurales, como más teletrabajo o una mayor apreciación por los espacios verdes.

La consulta, lanzada el pasado 22 de julio, permanecerá abierta durante siete semanas, hasta el 9 de septiembre de 2020.

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