Algunas de las líneas de trabajo más representativas de las jornadas serán la recuperación del patrimonio histórico (caminos empedrados, puentes, muros de piedra seca…), la consolidación de infraestructuras vinculadas a la movilidad lenta y hasta hace poco infravaloradas y la potenciación de productos turísticos de senderismo para hacerlos más competitivos con respecto a otros destinos especializados.
Las jornadas que ahora se celebran se centran, por un lado, en el conocimiento detallado de los modelos de gestión existentes en las diferentes comarcas de montaña -en este caso, en el Alto Urgel- y por otro, en la realización de un viaje de estudios a un territorio con tradición senderista que disponga de ejemplos de referencia. Tras haber hecho, en años anteriores, una aproximación a los modelos de Suiza y del Trentino, en esta ocasión se ha optado por analizar de forma más profunda el conocimiento sobre estas actividades en un territorio pirenaico vecino, Andorra, con el que determinadas comarcas pirenaicas ya han iniciado proyectos de cooperación, como el convenio establecido entre los Parques Naturales de Comapedrosa y del Alto Pirineo.
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