El pasado día 27 de julio, se lanzó oficialmente el proyecto Irati, en presencia de todos los colaboradores del proyecto, en Irati, Navarra. Este amplio proyecto transfronterizo procede de una cooperación entre los valles de Soule y de Salazar en Navarra y pretende desarrollar una oferta turística para Irati.



Cabe señalar que Irati es uno de los principales puntos de atracción en materia de turismo ecológico de la zona. Además, el bosque, que ha recibido el sello de calidad PEFC por su gestión sostenible, es el mayor hayal de Europa y uno de los que mejor se han conservado (con la Selva Negra). La cooperación transfronteriza entre las cuatro entidades (en Navarra, las juntas de los valles y el Sindicado del País de Soule) no sólo permiten fomentar proyectos ambiciosos para Irati sino también, gestionar el territorio de forma sostenible.

En concreto, el proyecto Irati tiene un presupuesto total de 3.859.540, del cual, el 65 % (2.508.701 €) procede de los fondos europeos FEDER, en el marco del Programa de Cooperación Territorial entre España, Francia y Andorra (POCTEFA). El proyecto, en general, abarca 8 ejes de trabajo: crear las infraestructuras (la renovación de las Casas de Irati y el centro de animación y de actividades del Valle de Salazar, las mejoras de los Chalets de Irati y la construcción de un auditorio en Soule, la red de senderos…), desarrollar planes de gestión, crear un producto turístico, articular un plan de uso público, formar a las personas que intervengan en él, dinamizar el territorio, difundir el proyecto y realizar un seguimiento del mismo.

La renovación de la casa de los guardas

El acontecimiento del 27 de julio en Irati permitió que los participantes pudiesen visitar la parte del proyecto y Navarra y de este modo, ver los dos edificios del siglo XIX que se están renovando actualmente. En su época, eran casas de los guardas, pero se cerraron durante 40 años.

En la Casa de los Guardas, se abrirá el punto de atención turística sobre el Bosque de Irati. Del mismo modo, en ella se ubicará la tienda de alquiler de material de montaña y un bar-restaurante en donde los visitantes también podrán comprar objetos promocionales y productos regionales. El resto de la casa se reservará a una zona de exposición, una sala de juntas y de reuniones.

Muy cerca de ella, la Casa de la Caballeriza permitirá, en determinadas ocasiones, acoger a otras actividades como la acogida de grupos o servirá como refugio ante condiciones meteorológicas imprevistas.

Por último, el proyecto también prevé la ampliación de la zona de estacionamiento (para coches y autobuses) y la mejora de las señalizaciones, los accesos, las áreas de recreación, etc.